martes, 13 de abril de 2010

RAZONES Y FUNDAMENTOS SOBRE LA FIGURA DEL CAPITÁN RUFINO SOLANO

PORQUÉ RUFINO SOLANO?

Con motivo del proyecto presentado ante el Honorable Concejo Deliberante de Azul el día 17 de marzo de 2010, en el cual se solicita el cambio de nombre de la calle Rauch por el del ciudadano azuleño Rufino Solano, creo oportuno exponer algunas de las razones por las cuales considero que el capitán Rufino Solano debe ser debidamente reconocido en su ciudad, lugar donde en el pasado desplegó actos benéficos y humanitarios en beneficio de esta población.
Porque, desde su función de militar, desarrolló acciones que excedieron las que le eran propias. No se lo juzga por sus cualidades de soldado, aunque también las tuvo.
Porque mediante su acción humanitaria durante décadas de nuestra historia, le devolvió la libertad una infinidad de vidas humanas.
Porque esas vidas humanas eran en su gran mayoría mujeres, niños e incluso hombres que se hallaban viviendo la más horrible situación que puede sobrellevar un ser humano: la cautividad.
Porque esas mujeres, niños y prisioneros rescatados no fueron únicamente personas de su lado, también lo fueron del bando opuesto.
Porque cuando Rufino Solano regresaba con los liberados, la gente que vivía en Azul se lo agradecía con lágrimas en los ojos y hasta besándole las manos.
Porque en la tarea de salvamento de personas demostró poseer una valentía, una equidad y una tenacidad inigualables.
Porque mediante su labor mediadora y pacificadora acordó pactos entre las partes enfrentadas que impidieron mayores derramamientos de sangre, absolutamente inútiles e innecesarios.
Porque por su comportamiento honesto, recto y leal, no solamente con los suyos, también hacia el bando opuesto, supo ganarse el respeto, el aprecio y la consideración de todos.
Porque el pueblo originario confiaba en su palabra y solamente si Rufino Solano iba con ellos accedían a adentrarse a parlamentar en las ciudades o permitían el ingreso a sus dominios.
Porque no solamente conocía a la perfección el ancestral lenguaje indígena sino que también comprendía el alma, las necesidades y los padecimientos del pueblo aborigen.
Porque por poseer estas cualidades era aceptado por el pueblo originario y era capaz de convivir con ellos, en un su ámbito y durante muchas jornadas, como si fuera el suyo propio.
Porque nació, vivió y murió en Azul, sirviendo y protegiendo a su población, lugar a donde sus haberes le llegaban muy de vez en cuando y cuando llegó a viejo le otorgaron solo media pensión por encontrarse físicamente incapacitado, debido a que su cuerpo estaba lacerado por cabalgar decenas de miles de kilómetros en la más cruda intemperie, salvando vidas humanas.
Porque su tarea no le fue fácil ni sencilla, Rufino Solano también alguna vez fue hecho prisionero y además perdió varios de sus hijos en aquella muy difícil etapa de la historia azuleña.
Porque nació, se crió y se hizo hombre al lado de su entrañable amigo, el gran cacique Cipriano Catriel, ambos nacieron en el mismo sitio y en el mismo año, permaneciendo unidos siempre, incluso combatiendo codo a codo en duras batallas y en los frecuentes ataques al Azul; excepto hoy, porque en el mural que rememora la historia de nuestra ciudad, está ausente la figura de Rufino Solano, lo cual es una injustificable omisión o un lamentable desconocimiento histórico.
Porque fue acompañante, guía y aval de cuanta misión de la iglesia se acercaba a nuestra incipiente y estratégica ciudad para contactarse con los aborígenes, igualmente lo fue de cuanta delegación del pueblo originario marchara a la capital de la república, para entrevistarse con el Sr. Arzobispo de la ciudad de Buenos Aires y con otras autoridades del gobierno.
Porque ningún líder aborigen confiaba en palabras y promesas si no estaba presente el “hermano capitán” don Rufino Solano, a quien le confiaban hasta la vidas de sus hijos.
Porque durante su útil existencia benefició a mujeres, niños, hombres de las de la sociedad azuleña, como también de muchas otras poblaciones de su provincia e incluso de otras aledañas.
Porque cuando Rufino solano llegaba a nuestra ciudad, con su precioso cargamento de vidas humanas, era recibido en medio de un gran júbilo popular. La misma algarabía y alegría se vivía en los toldos, cuando llegaba con los liberados aborígenes. Sin ninguna duda, muchos de los que hoy respiramos, lo hacemos gracias a que el existió.
Porque hasta el último de sus días bregó por mejorar las pésimas condiciones y la injusta situación del pueblo originario.
Porque, en resumen, fue un soldado de la paz, de la vida y de la libertad.
Porque los que hoy habitamos la ciudad de Azul y en muchos otros
lugares de nuestra provincia mantenemos una gran deuda con el.
Porque el mayor orgullo de este azuleño siempre fue el de ser “un humilde y fiel servidor de la Patria”, como el mismo lo solía expresar.
Porque a esta altura de nuestro camino, llegando a una edad bicentenaria desde el nacimiento de nuestra Patria, es preciso demostrar que también nosotros hemos madurado y aprendido, no solamente emitiendo frases hechas o pomposos discursos, sino también practicando actos dotados de dignidad y de justicia.
Porque todos debemos ser agradecidos y considerados, tanto nuestros representantes políticos, como los miembros de nuestras instituciones y también nosotros mismos, habitantes de este suelo, porque el desagradecimiento es el peor de los defectos que puede adolecer una persona o una sociedad.
Por todo ello, les pido a todos los que habitan la ciudad de Azul que apoyen este proyecto, haciéndole el debido honor a este ilustre ciudadano azuleño.

PROYECTO PARA EL CAMBIO DE NOMBRE DE LA CALLE RAUCH DE AZUL POR EL DE RUFINO SOLANO

Ciudad de Azul, Marzo 17 de 2010

SE PRESENTA. SOLICITA EL CAMBIO DE DENOMINACIÓN DE LA ACTUAL CALLE RAUCH POR LA DEL CIUDADANO AZULEÑO DON RUFINO SOLANO.

Al Excmo. Sr. Presidente del Honorable
Concejo Deliberante de la ciudad de Azul
Don CARLOS VIGNAU
S_________________/_______________D


De mi mayor consideración:
Omar Horacio Alcántara,natural de la ciudad de Azul, constituyendo domicilio a los efectos de la presente, en la Av. Perón Nº XXX, Dpto. “A”, de la ciudad de Azul, de manera formal y expresa me presento a los fines de peticionar al Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad de Azul que proceda a dar tratamiento legislativo al cambio de denominación de la actual calle RAUCH de nuestra ciudad por el nombre de RUFINO SOLANO, en virtud a los fundamentos que a continuación paso a exponer.
Que, como es sabido, en la ciudad de Azul existe una calle con el nombre de RAUCH, en alusión al coronel Federico Rauch, no obstante que esta persona es reputada dentro del consenso popular como un personaje nefasto y doloroso de la historia argentina, cuya principal misión fue la de llevar a cabo un sistemático exterminio de aborígenes.
Que, al respecto la inmensa mayoría de los textos de historia argentina, por no decir su totalidad, aluden a este austríaco, nacido en Prusia, como un militar contratado para cometer las más flagrantes atrocidades dentro de nuestro territorio, las cuales configuran en la actualidad nítidos crímenes de lesa humanidad. No es un hecho casual que ningún militar argentino haya querido realizar esta cruel e inhumana misión.
Que, sin ningún interés de darle al presente escrito un tinte político, resulta claramente lesivo e irritante la existencia de una calle con el nombre de Rauch en la ciudad de Azul, en una urbe donde habita y convive una importante y ancestral comunidad aborigen, cuyos integrantes resultan ser precisamente los descendientes de aquellos que fueron brutalmente inmolados en el pasado, convirtiéndose dicha calle en una profunda herida abierta que surca nuestra ciudad y que resulta imposible de cicatrizar. Las diversas reacciones que se manifiestan periódicamente como producto de esta situación son pruebas irrefutables de lo que aquí se manifiesta.
Que, se aduna a lo expresado, el hecho que en la ciudad existen monumentos, murales, plazas, calles, instituciones privadas, establecimientos educacionales y otros testimonios en honor y evocación al pueblo originario, lo cual provoca un estado de urticante incongruencia y un evidente contrasentido.
Que, en oposición a ello, no existe en la ciudad de Azul y seguramente en ningún otro sitio de nuestra nación, adeptos que apoyen y/o enaltezcan la acción llevada a cabo por Federico Rauch, sin perjuicio que de haberlos, difícilmente podrían aportar argumentos positivos en favor de este personaje.
Que, paradójicamente, ha existido un nativo de la ciudad de Azul, que históricamente es identificado y reconocido por haber sido la antítesis del coronel Federico Rauch: el capitán don Rufino Solano, quien en el pasado expuso méritos más que suficientes para ser recordado dentro de la historia nacional como “El diplomático de las pampas”, “El Pacificador” o simplemente, el “Hermano capitán”, tal como con frecuencia era aludido por el pueblo originario. Estas razones, por si mismas, justifican y hacen plenamente sensato y apropiado el cambio del actual nombre de la calle Rauch, por la denominación de Rufino Solano.
Que, tal resolución sería una medida muy beneficiosa para fortalecer la integración, la armonía y la pacificación social de nuestra población, pero además representaría un acabado acto de justicia hacia una valiosa persona que bregó durante casi toda su existencia en favor de la paz, la libertad y la vida de sus semejantes.
Que, en tal sentido, se lo ha visto al capitán Rufino Solano parlamentando, liberando, conduciendo y protegiendo a miles de seres humanos, siempre a riesgo de su propia vida, excediendo las funciones que específicamente le correspondían como militar. Y así, mediante un proverbial trato hacia el aborigen y merced al ganado prestigio que gozaba ante sus mandos, consiguió redimir PERSONALMENTE a una incalculable cantidad de mujeres, niños y otros prisioneros de ambos bandos enfrentados, inducido siempre por un especial sentimiento en beneficio del género, encarnado en la lacerada figura de la cautiva. Además, como es lógico y natural, de todos aquellos seres humanos recuperados en el pasado por Rufino Solano existe en la actualidad su correspondiente descendencia, tanto en nuestra ciudad como en muchas otras poblaciones.
Que, se adjunta a este petitorio un trabajo elaborado por quien suscribe, basado en una profusa y calificada bibliografía, en el cual se resume la significativa actuación del capitán Rufino Solano; esta biografía revela que el mismo era hijo de uno de los cofundadores de Azul, Don Dionisio Solano, quien fuera en 1832 el jefe de la caravana de familias fundadoras de nuestra ciudad, teniente del Regimiento de Patricios y guerrero de las invasiones inglesas, soldado de Manuel Belgrano y de Manuel Dorrego y por más de treinta años fue alcalde de nuestra ciudad, falleciendo en Azul a los 106 años de edad. Le señalo al Sr. Presidente que los restos mortales de ambos descansan en el cementerio local.
Que, tan sólidos e incontrastables antecedentes del ciudadano azuleño Rufino Solano constituyen sobradas razones para que la presente propuesta e iniciativa sea absolutamente viable y procedente, mucho más aún cuando muy recientemente el propio Honorable Concejo Deliberante de Azul ha evaluado y examinado la vida, la obra y las virtudes del capitán Rufino Solano y en honor a ello, este cuerpo legislativo ha votado, aprobado y sancionado por unanimidad la ORDENANZA NUMERO 2.877 del 17 de diciembre de 2009, concluyendo que los méritos del capitán Rufino Solano son absolutamente aptos y suficientes.
Que, sin perjuicio de tan merecida distinción que le fuera otorgada por el Concejo Deliberante de la ciudad de Azul el 17 de diciembre del año pasado, se hace mucho más oportuna y posible la instauración del nombre del capitán Rufino Solano a la actual calle Rauch, por el hecho que el referido pasaje catastral 1141 del Barrio CESUAR, objeto de la mencionada ORDENANZA NUMERO 2.877, ya poseía el nombre de “25 de abril”, en alusión a la fecha de fundación del referido barrio, según consta en la ORDENANZA NUMERO 1.465 del 26 de septiembre de 1996. Por lo cual, mediante la aprobación del presente proyecto, además quedaría subsanada la doble imposición de nombres al pasaje catastral 1141 de la ciudad de Azul.
Que, en total consonancia con lo peticionado, me permito indicar al Sr. Presidente que también se halla en trámite ante la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires el PROYECTO DE LEY Nº E 342, 2008 – 2009, el cual tiene por objeto nombrar al Capitán Rufino Solano, Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires.
Que, son dignas de destacar, como probas referencias del capitán azuleño Rufino Solano, la abundante cantidad de obras producidas por los más prestigiosos historiadores y escritores locales, nacionales y extranjeros, como así también la profusa y creciente cantidad de trabajos de investigación, monografías, tesis doctorales, ponencias en prestigiosos congresos de la historia Argentina y americana, que avalan y apuntalan el presente petitorio. En todas ellas, sin excepción, se resalta la sin igual labor de este personaje de nuestra ciudad, mereciendo el más amplio reconocimiento en varios países y en diferentes idiomas, tales como el inglés, portugués, francés, sueco, idish y, por supuesto, también en lengua indígena.
Que, asimismo, la benéfica y valiosa actuación del capitán Rufino Solano se halla plasmada en archivos, registros y legajos de las más acreditadas instituciones oficiales y privadas, ya sean estos de carácter académico, social, eclesiástico, militar y de toda índole.
Que, por último, le señalo al Sr. Presidente que las acciones de Rufino Solano han sido examinadas desde las diferentes ópticas de la historia de nuestro país, ya sea Política, Social, de la Iglesia, de las Instituciones e incluso Económica, abarcando aspectos atinentes al género, los derechos humanos, la etnia, la lingüística, la antropología, la arqueología, la religión, la ética, la moral, etc., introduciéndose también en casi todos los géneros literarios, incluyendo novelas históricas y en prosa.
Que, como consecuencia de ello, se puede afirmar sin duda alguna, que Rufino Solano es la personalidad azuleña sobre la cual más se ha escrito en los textos, ya sean de la actualidad como los del pasado y lo hace más meritorio el hecho que en ninguna referencia es posible hallar la más minima mención disvaliosa que actúe en desmedro de la calidad y virtudes de este noble personaje, todo lo contrario. A fin de dar fiel testimonio de lo expresado, se adjunta al presente escrito un listado, no completo, de 9 (nueve) páginas que avalan lo expuesto.
Que, mediante su recto y virtuoso proceder, en un rotundo contraste con el coronel Federico Rauch, el capitán Rufino Solano logró evitar infinidad de muertes y mantener la paz en la región durante más de veinte años merced a los acuerdos de paz que en persona logró plasmar entre los más altos líderes indígenas y el Gobierno Nacional; como ya lo he expresado, todo ello se encuentra perfecta y ampliamente documentado.
Que, contar con una persona de este calibre moral, ético y de tan alta significación histórica, representa para la comunidad azuleña e incluso para el país todo, un auténtico motivo de orgullo, además un ingrediente cultural absolutamente enriquecedor.
Que, poniéndome a vuestra disposición para cualquier aclaración y/o ampliación sobre lo expuesto, solicito al Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Azul que con la mayor prontitud posible, proceda a dar tratamiento legislativo a la presente iniciativa, a los fines que oportunamente sea sancionada la respectiva resolución que establezca que la denominación de la actual calle Rauch sea substituida por el nombre de Rufino Solano. Finalmente, es mi deseo expresar que mi proposición sea interpretada como una contribución en beneficio de la paz y la concordia de la ciudad de Azul y también como un aporte cultural en el marco de los festejos del bicentenario de nuestra Patria. En mi opinión, una resolución favorable a lo solicitado, constituiría además una positiva actitud política inspirada en la justicia, la razonabilidad y dotada de un constructivo sentido social.
Le saludo a Ud. de manera muy atenta: