miércoles, 9 de febrero de 2011

POR UN AZUL INTEGRADO Y PLURAL

Escrito por Omar Horacio Alcántara, publicado el domingo 06 de febrero de 2011 en el DIARIO EL TIEMPO de la ciudad de Azul, Pág. 2.-

Todo pueblo necesita tener una identidad, que es lo que lo identifica como comunidad. Ello sirve para saber que sus habitantes tengan un rumbo en común, más allá de los ideales y metas individuales que persigan cada uno. La ciudad de Azul carece de identidad, peor aún, está compuesta por individuos que pertenecen a identidades sectoriales cerradas, cuyo objetivos de exclusivo interés del grupo al cual pertenece. Puede ser que algunos de esos grupos demuestren o quieran demostrar ser más abiertos pero el objetivo final casi siempre es la de imponer sus ideas, sus gustos y concretar sus propios proyectos.

Algunos ciudadanos se sientes orgullosos de pertenecer a determinada estirpe, otros a determinado nivel social y otros se envanecen por sus orígenes. A todo ello espectro social equivocadamente en nuestra ciudad se le denomina diversidad cultural. Es un grave error, la diversidad cultural en nada alude a las personas.

Las personas somos plurales, la sociedad es genéticamente plural, la mentada diversidad cultural se refiere únicamente a los elementos distintivos que componen cada cultura, que en su conjunto conforman lo que se denomina PATRIMONIO CULTURAL. En este sentido Azul posee un riquísimo patrimonio cultural e histórico, ello es innegable. Pero las personas no pueden formar parte de un patrimonio porque este término esta reservado solamente para las cosas y los bienes, las personas no son objetos son sujetos. Pensar lo contrario es atentar contra la dignidad y la naturaleza humana. Además las cosas no pueden reproducirse entre si, como lo hacen las personas.

Es muy bueno sentirse orgullosos por llevar el apellido de nuestros padres, pero alguna vez, nos preguntamos ¿de dónde provienen los apellidos de ellos?, la respuesta es sencilla: de otros cuatro apellidos, los de nuestros abuelos y los apellidos de nuestros abuelos del de los ocho bisabuelos que todos tenemos, luego el de ellos, vienen los apellidos de nuestros dieciséis tatarabuelos y así sucesivamente, luego serán treinta y dos nuestros ascendientes, la sucesión es inexorable y naturalmente geométrica. Esto significa que en el lapso de cien años, en cuatro generaciones, tenemos la sangre y los genes de dieciséis personas en nuestros cuerpos; que es lo mismo que decir dieciséis familias diferentes. Además de ello, las personas de cada generación se casan y procrean entre si, y lo seguirán haciendo en el futuro. Recordemos que ciudad de Azul esta próxima a cumplir ciento ochenta años, es decir, aún tenemos tres generaciones más hacia atrás.

Pensar que algunos se ufanan de pertenecer a un linaje puro, exclusivo y a menudo excluyente!! Por eso, la palabra “diversidad” cuando hace referencia a seres humanos, solo contribuye a separar y a sectorizar, como azuleño eso lo he aprendido muy bien.

Debemos asumir la realidad de que la historia y la cultura de nuestra ciudad se extiende desde Catriel hasta Cervantes, sin exclusión ni supremacía de ninguna etapa sobre otra, pues cada una de ellas es el cimiento y la fuente necesaria para la existencia de la siguiente y lo seguirá siendo hacia el futuro. La ciudad de Azul no comienza cuando nacemos en ella o venimos a habitarla, ya existía desde antes y también existirá cuando ya no estemos. Es por eso que debemos tener una única y propia identidad, que debe ser plural e integral, como lo son nuestros cuerpos, pero lamentablemente aún nos falta integrarlo en nuestra mente. Asumir una identidad plural, sin duda, redundará en beneficio nuestro y de las generaciones futuras, esto sucede así en todos los pueblos que respetan y valoran sus tradiciones; tradición no significa solo lo antiguo o primitivo, esta palabra es sinónimo de traspaso, de continuidad.

Este es el fundamental propósito del espacio comunitario azuleño identificado con el nombre de AZUL PLURAl. www.facebook.com/azul.plural

Y se toma como ejemplo de los primeros años de vida de Azul, las acciones del capitán azuleño don Rufino Solano, quien rescató a centenares de personas, mujeres en su mayoría y sus niños, tanto de un bando como del otro. Todas aquellas personas rescatadas no fallecieron luego, continuaron con sus vidas y constituyeron sus propias familias, muchas de ellas forman parte de nuestros primitivos antepasados y seguramente se fusionaron también de los que vinieron más tarde a vivir a esta hermosa ciudad. Por lo expresado más arriba, quién puede asegurar actualmente, con absoluta certeza, no descender de aquellas personas que rescató y protegió este humilde pero benemérito azuleño. Es probable que de no haber existido, Ud. no estaría leyendo este artículo.

Autor: Omar Horacio Alcántara.-

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desacuerdo total. Azul tiene una marcadísima identidad/personalidad. Puede no gustar, puede no ser humilde y acaso eso mismo sea parte de su identidad. Azul creció con : Cuarteles- Juzgados-Obispados-Terratenientes de una de las mejors tierras del país, eso marcó su identidad. Hoy es Ciudad cultural. cervantina , personalmente me enorgullece. No pertenezo a ninguna de las clases fundadoras , mi billetera y mi prosapia son modestas, pero he elegido la cultura. El artículo respira cierto tufillo de resentimiento, igualmente respeto la posición. respeto, acepto todo menos la violencia.

HORACIO dijo...

Para crecer primero hay que nacer. Agradezco su educado comentario. Atentamente: Omar Alcántara Azul Plural)

Anónimo dijo...

Tiene razón Alcántara, y el parto de Azul fue sumamente doloroso. Realmente hay que ser demasiado desconsiderado e ingrato para no darle el merecido reconocimiento. No hay que medir todo con la billetera.